La República Democrática del Congo (RDC) es rica en recursos naturales: se estima que sus depósitos de minerales sin explotar tienen un valor de 24 billones de dólares . Entre ellos se encuentran el oro, los diamantes, el cobalto y el zinc.
Otro mineral estratégico extraído en la RDC es el coltán, un nombre derivado de “columbita-tantalita”. En 2021, la producción de coltán de la RDC ascendió a unas 700 toneladas , lo que convierte al país centroafricano en el mayor productor de coltán del mundo con diferencia.
El coltán es indispensable para la fabricación de todos los dispositivos tecnológicos modernos. El mineral se refina a polvo de tantalio, que se usa para fabricar capacitores resistentes al calor en computadoras portátiles, teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos de alta gama.
El mercado mundial de coltán se valoró en US$1.504,81 millones en 2019. Se espera que alcance los US$1.933,92 millones a finales de 2026, creciendo a una tasa del 5,58% anual entre 2021 y 2026.
Nuestra misión es compartir conocimientos e informar decisiones.
Sobre nosotros
Pero activistas, periodistas y académicos han encontrado una relación entre la explotación del coltán y la degradación ambiental a gran escala, los abusos a los derechos humanos, la violencia y la muerte.
Esto se puede ver en la violación de las leyes ambientales, el trabajo infantil en los sitios mineros y la complicidad de las empresas mineras en los abusos de las poblaciones en riesgo.
En mi nuevo estudio , planteé dos preguntas de investigación: ¿qué daños causan la minería y el comercio de coltán al medio ambiente y a la población local en el noreste de la RDC? ¿Y qué pueden hacer el gobierno y el sector privado de la RDC para garantizar el abastecimiento responsable de coltán?
La explotación del coltán está destruyendo ecosistemas y afectando los hábitats de vida silvestre. Los animales están siendo desplazados de su hábitat natural, dejándolos vulnerables a los cazadores furtivos. Los productos químicos utilizados en el lavado del coltán contaminan los cuerpos de agua y son nocivos para las personas y los animales.
Mi estudio crea conciencia sobre las implicaciones de esta minería ilícita y sugiere intervenciones de múltiples partes interesadas para detener los delitos ambientales.
Crimen ambiental
La información para mi análisis provino de una encuesta de campo cualitativa, legislación e informes de la ONU sobre conflictos extractivos en la RDC.
Los datos también provinieron de entrevistas con funcionarios del Centro de Certificación, Experiencia y Evaluación, el Ministerio de Minas, coaliciones de la sociedad civil, la Agencia Ambiental del Congo y organizaciones no gubernamentales en Kivu del Norte y del Sur.
Mi estudio concibe los delitos ambientales como actividades que violan la legislación ambiental y causan daños o riesgos significativos para el medio ambiente, la salud humana o ambos.
El coltán se extrae a través de un proceso bastante primitivo. Los mineros trabajan juntos excavando grandes cráteres en los lechos de los ríos, raspando la tierra de la superficie para llegar al coltán subterráneo.
La explotación indiscriminada de coltán está afectando dramáticamente la biodiversidad ambiental y alterando los ecosistemas alrededor de los sitios mineros.
Según los datos disponibles en la plataforma Global Forest Watch gestionada por el Instituto de Recursos Mundiales, la RDC ha perdido el 8,6 % de su cubierta arbórea desde el año 2000. Una de las principales causas de la deforestación en la RDC es la minería.
Los observadores con los que hablé notaron que las evaluaciones de impacto ambiental rara vez se llevan a cabo antes de la extracción de coltán. Los mineros artesanales y las empresas extranjeras incluso violan sitios del patrimonio histórico como el Parque Nacional Kahuzi Biega .
El primer impacto de la extracción de coltán es cuando los mineros eliminan la vegetación y la capa superior del suelo. Esto aumenta la tasa de erosión.
La mayoría de los mineros artesanales de coltán trabajan en sitios donde no hay control estatal. Toman todo el coltán que pueden sin ningún tipo de regulación. Por ejemplo, aunque el Ministerio de Minería recomienda que los mineros no profundicen más de 30 metros bajo la superficie, a veces excavan hasta 200 metros.
Los activistas medioambientales de Bukavu confirman que la explotación del coltán ha provocado la pérdida de árboles. Se sabe que destruye ecosistemas , disminuye las reservas de carbono, interrumpe el proceso de fotosíntesis y afecta la calidad del aire. También está afectando los hábitats de la vida silvestre.
Por ejemplo, las provincias de Kivu del Norte y del Sur contienen la mayor parte del coltán de la RDC. El Parque Nacional Kahuzi Biega, uno de los últimos santuarios para el gorila oriental de tierras bajas en peligro crítico de extinción, se extiende por ambas provincias. La extracción de coltán ha destruido gran parte del hábitat natural de los gorilas, dejándolos vulnerables a los cazadores furtivos. La población de gorilas orientales de tierras bajas en el parque se desplomó de 8.000 en 1991, cuando comenzó la extracción de coltán, a unos 40 en 2005. La población actual se estima ahora en 250.
El proceso de separación, tamizado y clasificación de los minerales se realiza de forma manual mediante lavados en quebradas y ríos. Los productos químicos utilizados contaminan los cuerpos de agua y son dañinos para las criaturas acuáticas. También se sabe que los productos químicos producen sustancias radiactivas que son perjudiciales para la salud humana.
daños humanos
Las actividades de los mineros del coltán y los negocios asociados son comunidades explotadoras y empobrecedoras. Los observadores señalan que las empresas mineras de coltán rara vez compensan a las comunidades afectadas mediante la implementación de programas de desarrollo, lo cual es un requisito legal en términos de las leyes mineras.
En Mwenga en Shabunda, 50 mineros artesanales murieron en septiembre de 2020 como resultado de actividades relacionadas con la extracción de coltán.
Los agujeros excavados por los mineros artesanales rara vez se tapan una vez que han cesado las actividades mineras. Y los deslizamientos de tierra han atrapado a los mineros bajo tierra.
Los conflictos entre los miembros de una cooperativa de mineros artesanales llamada Cooperamma y la empresa minera de coltán SMB provocaron actos de violencia que se cobraron vidas en la mina de Rubaya, en Kivu del Norte.
Trabajo infantil
El código de minería de la RDC se reformó en 2017 para penalizar el uso de mano de obra infantil o la venta de minerales extraídos por niños. Sin embargo, gran parte del coltán del país se extrae mediante el trabajo de más de 40.000 niños mineros . Trabajan en condiciones peligrosas como lavadoras y excavadoras.
Al realizar el trabajo de adultos en un entorno peligroso, los niños mineros se enfrentan a riesgos de mala salud, acoso y abuso. Pueden abandonar la escuela o nunca tener la oportunidad de asistir.
La cantidad de coltán extraído a través del trabajo infantil sigue sin contabilizarse, sin certificarse ni rastrearse. Se comercializa en la economía clandestina y se canaliza a la cadena de suministro mundial de coltán a través del contrabando, la falsificación y la colusión.
Recomendaciones
El enfoque de la reforma extractiva en la RDC actualmente es inadecuado para hacer frente a los daños humanos y ambientales asociados con la extracción de coltán.
Mi estudio proporciona recomendaciones específicas para abordar los desafíos identificados.
El gobierno debe reformar la Agencia Ambiental del Congo para hacer cumplir las evaluaciones de impacto ambiental y la implementación de planes de gestión ambiental.
Las organizaciones de la sociedad civil deben capacitar y equipar a los grupos de observación a nivel local para monitorear e informar sobre los sitios de extracción de coltán. Esto proporcionará un informe paralelo para comparar con las auditorías realizadas por los agentes estatales.
De acuerdo con las mejores prácticas globales, se recomienda a las empresas upstream que extraen y refinan coltán que mitiguen los riesgos ambientales asociados con sus operaciones.
- El informe completo fue publicado por primera vez por el proyecto ENACT, una asociación entre el Instituto de Estudios de Seguridad, Interpol y la Iniciativa Global contra el Crimen Transnacional, financiada por la UE.
